sábado, 22 de junio de 2013

LA ZANAHORIA ES UNA RAÍZ MUY VERSÁTIL

El tubérculo es igual de sabroso crudo, cocido, salado o dulce

Un batido de zanahorias rigurosamente tomado en ayunas por varios días puede ayudar a recuperar la energía, según recomendación de la sabia educadora/cocinera Lutecia Adam.   
Son escasos los datos históricos sobre esta hortaliza, pero coinciden las distintas fuentes en afirmar que el nombre se origina en la palabra árabe safunnárya, cómo llegó a convertirse en el vocablo que hoy conocemos sigue siendo un misterio. Además son pocas las coincidencias a la hora de nombrarla en los distintos idiomas: en español también se le dice carlota, en francés: carrotte, en inglés: carrot, en alemán: mohre, en portugués: cenoura y en griego también se le decía philon que significa amar, por lo que se sospecha la consideraban un afrodisíaco.
Muchas fueron las vueltas que dio la zanahoria para llegar a nosotros en la presentación que conocemos. Los grecorromanos sabían de su existencia y la consumían, considerándola un estimulante del apetito. Pero fueron los holandeses quienes crearon la variedad que hoy saboreamos y empezaron a cultivarla en el siglo XVII. De allí pasó a Gran Bretaña y habrían sido los colonos ingleses quienes la trajeron a América. A los árabes se le atribuye la responsabilidad de haberla llevado al continente europeo, desde el norte de África. En la Edad Media se conocían variedades blanca, morada y amarilla. Actualmente su clasificación se basa en la longitud y en la formas cónicas o cilíndricas.
Es una legumbre de raíz comestible y el tinte anaranjado que le conocemos data del siglo XVI. Entre sus bondades podemos citar que alberga múltiples minerales como hierro, sodio, cobre, zinc, magnesio, potasio y azufre y una gran cantidad de vitamina A, su gran contenido en fibra la hace la preferida de las hortalizas. Su alta concentración de betacaroteno favorece el bronceado, ya sea empleado como alimento o en crema corporal.



                                    Cortesía mathsmovies.com

Un twitt de la Paramount (12/02/2013) dice “@Paramount_TV La escena en la que Clark Gable mastica una zanahoria sirvió de inspiración para el conejo de dibujos animados Buggs Bunny. #MesdelosOscar”. La escena pertenece a la aclamada comedia “Sucedió una noche” (1934), dirigida por Frank Capra, protagonizada por Clark Gable y Claudette Colbert, es la primera cinta en ganar cinco Oscares, a saber película, director, actor, actriz y guión. En la secuencia que se inicia en el minuto sesenta Peter Warne (Gable) come una zanahoria mientras la pela con una navaja y conversa con Ellie Andrews (Colbert). Buggs Bunny es entonces una parodia de Peter. La foto fija con la escena donde Gable mastica zanahorias fue usada para el afiche promocional de la película, por eso no se quedó en una simple escena y trascendió al gran público que la veía por doquier. Y aquí no termina el anecdotario con las zanahorias, la sátira de la película en la que se convierten las apariciones de Buggs Bunny manticándolas son un dolor de cabeza para la voz del dibujo animado. Mel Blanc la voz del Buggs no gustaba de ellas por lo que contaba siempre con una escupidera a mano, ya que no solo las mordía, también hablaba con la boca llena.



                                             foto cortesía de neatorama.com

En nuestra mesa tenemos clásicos en el uso de la zanahoria como la ensalada rayada con repollo y mayonesa, con la que acompañamos el pescado frito o el reconstituyente “tres en uno” donde la sabiduría popular une sus bondades con las de la naranja y la remolacha para un efecto reconstituyente, y de la cultura marroquí hemos adoptado la ensalada aderezada con agua de azahar y pasas. Perfectamente reemplaza una señorita o un trozo de pan a la hora de saborear un dip, con la rama de céleri se ha convertido en una alternativa poco calórica para los que están evitando las harinas. La salsa bolognesa tiene tantas versiones como cocineras en el mundo uno de los ingredientes que casi todas incluyen es la zanahoria rallada para darle consistencia.

La cocina francesa tiene una preparación que data del siglo XVIII(,) el “mirepoix”, una combinación de verduras: zanahorias, cebolla y céleri picados en dados para aromatizar fondos que tiene como protagonista a la zanahoria. Es la base con o sin grasa de salsas, asados, fondos, sopas y también viste carnes y pescados. Y como la cocina francesa es la inspiración de casi toda la enseñanza profesional, esta base ha sido incluida en innumerables recetas. Es la segunda legumbre mas consumida en Francia, después de la papa.

Los recetarios de cualquier nacionalidad dan cuenta de innumerables recetas. Una sencilla crema o “une velouté” sorprenderá con un toque de parchita -como se ha popularizado en nuestro país-,  o de leche de coco y semillas de cilantro; los soufflés o los purés muy a la francesa son originales acompañantes; un “cake” (en venezolano yo lo llamaría cuajado) salado con huevos y atún puede ser una solución rápida. Podemos identificar el origen europeo del cocinero cuando la vemos en la sopa o el sancocho que nos ofrece, es indispensable por ejemplo en el minestrone. También la podemos ver en los granos, menos en nuestras caraotas negras, y con petits pois y papas hace una ensaladilla. Los pediatras la sugieren como una aliada indiscutible por la calidad de sus nutrientes y su fácil manipulación. En fin las zanahorias se comen en el mundo entero crudas, en batido, ralladas cocinadas, en ruedas, troncos, palitos dados, bolitas, en juliana, solas o mezcladas con otras legumbres, además resisten perfectamente congelación y esterilización.



Torta de zanahoria

foto cortesía Enriqueta Lemoine

Ingredientes para 12 porciones
 
2 tazas de harina todo uso

2 tazas de azúcar morena

2 cucharaditas de polvo para hornear

½ cucharadita de bicarbonato de sodio

1 cucharadita de canela en polvo

¼ de cucharadita de nuez moscada recién molida

4 huevos ligeramente batidos

¾ de taza de aceite vegetal

3 tazas de zanahoria finamente rallada


Ten todos los ingredientes a temperatura ambiente. Precalienta el horno a 350°F. Engrasa y enharina dos moldes de 9 x 3 pulgadas. Mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, la canela y la nuez moscada en un tazón y reserva. En otro tazón, con un tenedor, mezcla los huevos, el aceite y las zanahorias. Agrega los ingredientes secos y mezcla bien. Divide la mezcla en los moldes previamente preparados y hornea 30-35 minutos, hasta que un palillo insertado en el centro de las tortas salga limpio. Transfiere los moldes a dos rejillas de metal y deja enfriar por 10 minutos. Desmolda los pasteles y deja que se enfríen completamente antes de poner el nevado.



Nevado de queso crema y pecanas tostadas
1 paquete de 8 onzas de queso crema 

½ taza de mantequilla

2 cucharaditas de extracto de vainilla

5 a 6 tazas de azúcar de nevar
¾ de taza de pecanas (pecans)

. 
Pon las nueces en una bandeja de hornear y hornea por 8 a 10 minutos a 350°F , hasta que estén fragantes. Pica las nueces y guarda algunas mitades para decorar.

En un tazón, ablanda el queso crema en el microondas durante 45 segundos a 1 minuto. Añade la mantequilla y la vainilla y bate con una batidora eléctrica hasta que se forme una crema suave y esponjosa. Poco a poco, agrega el azúcar, bate bien hasta que tenga la consistencia deseada.

Cubre la parte superior de una torta con el nevado de queso crema y espolvorea con las nueces picadas. Coloca la otra torta encima. Cubre con el nevado los lados y la parte superior. Decora la parte superior con las mitades de nueces. Refrigera por una hora antes de servir.


Zanahorias de Aciscla

1 zanahoria grande o dos medianas ralladas
4 cucharadas de vinagre blanco
1 cucharada de salsa inglesa
1 cucharadita de café de semillas de cilantro molidas
sal y pimienta al gusto
agua necesaria

En un envase con tapa, que pueda refrigerarse, colocar las zanahorias ralladas por el lado grueso del rallo, agregar  las semillas de cilantro, la sal y la pimienta (una pizca en el estreno) verter el vinagre, la salsa inglesa y remover. Agregar el agua a gusto, si se desea menos ácida. Dejar reposar un rato. Puede consumirse en seguida pero reposada la preparación es más sabrosa. Puede mantenerse varios días en la nevera, hasta consumirse. Acompañará saludablemente un arepa con queso o cualquier sandwich.



No hay comentarios:

Publicar un comentario